Ser perfeccionista, ¿Cualidad o defecto?

Perfeccionista

¿Vives con constante miedo al fracaso? ¿Eres adicta al trabajo? ¿No eres capaz de reconocer tus debilidades? ¿Eres muy radical con tus pensamientos y opiniones? y ¿Tu estado de ánimo se ve afectado día a día?; Si respondiste afirmativamente a todas (o a la mayoría) de estas preguntas, es muy probable que te consideres una mujer perfeccionista y a su vez, que este concepto de ti misma esté acabando con tu salud mental.

Quédate hasta al final y te ayudaré a entender por qué ser perfeccionista no es para nada una cualidad, por el contrario, es un hábito negativo con consecuencias que van desde el agobio y la frustración, hasta la ansiedad paralizante. 

¿Qué es ser perfeccionista?

A nivel técnico y psicológico, ser perfeccionista es entendido como un rasgo de la personalidad que consiste en creer que la perfección absoluta existe y se puede alcanzar en todos los ámbitos de la vida; creando así, estándares demasiado altos que no aceptan un resultado diferente (todo es blanco o negro). 

Visto de otra manera, el perfeccionismo es una trillante voz en tu cabeza que todo el tiempo está criticando lo que haces o piensas; obligándote a estar en una constante y agotadora búsqueda de perfección con el fin de lograr callar dichas voces.

El problema es que cuando no puedes cumplir a cabalidad esas expectativas de perfección, sientes que has fracasado, te llenas de ansiedad y pierdes tu autoestima.

Perfeccionista 2

Conductas de una perfeccionista

Sé que al ser mujer, eres considerada socialmente como alguien “detallista y perfeccionista”, y por eso luchar contra este hábito es aún más difícil. Aún así, quiero que detectemos juntas cuales son todas estas conductas que debes empezar a evaluar para lograr un cambio, porque te aseguro que es posible.

  1. No te sientes a gusto contigo misma nunca, aun cuando sabes que has dado tu mayor esfuerzo.
  2. Dejas todo para después esperando que llegue “el momento perfecto” para avanzar (el cual sabemos que nunca llega).
  3. Has llegado a la procrastinación extrema porque piensas que si nunca empiezas, no hay oportunidad de fallar.
  4. Desaprovechas demasiado tiempo y energía prestando atención a cada detalle intentando tener todo siempre bajo control. 
  5. Estás todo el tiempo estresada y trabajas más horas de las que deberías.
  6. No disfrutas nunca de tus logros porque siempre sientes que pudiste haberlo hecho mejor.
  7. Te sientes culpable por dedicar tiempo al ocio y al disfrute. 
  8. Sientes que no hay lugar para errores y te castigas severamente por el error más insignificante. 
  9. Crees que solo hay una forma correcta de hacer las cosas.
  10.  Necesitas que todo sea como tú lo deseas o prefieres no hacer nada.
  11.  Solo valoras el resultado de lo que haces tú o los demás, dejando de lado todo lo aprendido en el proceso.
  12. Sientes que tu creatividad y espíritu innovador ya no fluyen de la misma manera que antes y por esta razón aparece el miedo a arriesgarte a hacer algo diferente.

Es hora de dar el primer paso

Ahora que ya detectaste las conductas que te hacen una mujer perfeccionista, quiero invitarte a dos cosas:

La primera, es continuar leyendo el siguiente artículo llamado Los 7 tips que te liberarán del perfeccionismo”. Pues ya que entendiste el daño que has estado haciendo a tu salud mental al buscar la perfección, es momento de trabajar en estrategias que te liberen y te guíen hacia una forma más sana de vivir. 

Y la segunda invitación, es a unirte a mi curso “Elimina tu autosaboteador”. Allí tomarás conciencia del enorme poder que tiene tu mente y podrás transformar todos esos pensamientos perfeccionistas que te impiden avanzar, abriendo las puertas hacia un presente más sano y exitoso.

Compartir entrada

Más para leer