¿Vives con constante miedo al fracaso? ¿Eres adicta al trabajo? ¿No eres capaz de reconocer tus debilidades? ¿Eres muy radical con tus pensamientos y opiniones? y ¿Tu estado de ánimo se ve afectado día a día?; Si respondiste afirmativamente a todas (o a la mayoría) de estas preguntas, es muy probable que te consideres una mujer perfeccionista y a su vez, que este concepto de ti misma esté acabando con tu salud mental.
Quédate hasta al final y te ayudaré a entender por qué ser perfeccionista no es para nada una cualidad, por el contrario, es un hábito negativo con consecuencias que van desde el agobio y la frustración, hasta la ansiedad paralizante.
¿Qué es ser perfeccionista?
A nivel técnico y psicológico, ser perfeccionista es entendido como un rasgo de la personalidad que consiste en creer que la perfección absoluta existe y se puede alcanzar en todos los ámbitos de la vida; creando así, estándares demasiado altos que no aceptan un resultado diferente (todo es blanco o negro).
Visto de otra manera, el perfeccionismo es una trillante voz en tu cabeza que todo el tiempo está criticando lo que haces o piensas; obligándote a estar en una constante y agotadora búsqueda de perfección con el fin de lograr callar dichas voces.
El problema es que cuando no puedes cumplir a cabalidad esas expectativas de perfección, sientes que has fracasado, te llenas de ansiedad y pierdes tu autoestima.
Conductas de una perfeccionista
Sé que al ser mujer, eres considerada socialmente como alguien “detallista y perfeccionista”, y por eso luchar contra este hábito es aún más difícil. Aún así, quiero que detectemos juntas cuales son todas estas conductas que debes empezar a evaluar para lograr un cambio, porque te aseguro que es posible.
- No te sientes a gusto contigo misma nunca, aun cuando sabes que has dado tu mayor esfuerzo.
- Dejas todo para después esperando que llegue “el momento perfecto” para avanzar (el cual sabemos que nunca llega).
- Has llegado a la procrastinación extrema porque piensas que si nunca empiezas, no hay oportunidad de fallar.
- Desaprovechas demasiado tiempo y energía prestando atención a cada detalle intentando tener todo siempre bajo control.
- Estás todo el tiempo estresada y trabajas más horas de las que deberías.
- No disfrutas nunca de tus logros porque siempre sientes que pudiste haberlo hecho mejor.
- Te sientes culpable por dedicar tiempo al ocio y al disfrute.
- Sientes que no hay lugar para errores y te castigas severamente por el error más insignificante.
- Crees que solo hay una forma correcta de hacer las cosas.
- Necesitas que todo sea como tú lo deseas o prefieres no hacer nada.
- Solo valoras el resultado de lo que haces tú o los demás, dejando de lado todo lo aprendido en el proceso.
- Sientes que tu creatividad y espíritu innovador ya no fluyen de la misma manera que antes y por esta razón aparece el miedo a arriesgarte a hacer algo diferente.
Es hora de dar el primer paso
Ahora que ya detectaste las conductas que te hacen una mujer perfeccionista, quiero invitarte a dos cosas:
La primera, es continuar leyendo el siguiente artículo llamado “Los 7 tips que te liberarán del perfeccionismo”. Pues ya que entendiste el daño que has estado haciendo a tu salud mental al buscar la perfección, es momento de trabajar en estrategias que te liberen y te guíen hacia una forma más sana de vivir.
Y la segunda invitación, es a unirte a mi curso “Elimina tu autosaboteador”. Allí tomarás conciencia del enorme poder que tiene tu mente y podrás transformar todos esos pensamientos perfeccionistas que te impiden avanzar, abriendo las puertas hacia un presente más sano y exitoso.