Si alguna vez te has sentido incómoda al establecer vínculos emocionales con otra persona, puede ser esta, una de las primeras señales que debes considerar para descubrir si el apego evitativo está afectando tu vida.
En la mayoría de los casos, el apego nace debido a experiencias de la infancia. Este se prolonga hasta la edad adulta sin ser del todo conscientes de lo mucho que puede esto afectar tu estabilidad emocional y la de quienes te rodean.
Estas son las 8 señales de un estilo de apego evitativo
Teóricamente, la psicología nos habla de dos subcategorias de apego evitativo: el “evitativo desdeñoso” y el “evitativo temeroso”. Ambas pueden verse relejadas en las siguientes 8 señales:
¿Te sientes más segura escondiendo tus emociones más intensas?
Esta es una señal clara de que tus padres te descuidaron emocionalmente en tu infancia. Es decir, cuando eras niña tus padres no te permitieron expresar con libertad tus emociones o simplemente las ignoraron como algo sin importancia. Esto hizo que, desde esa corta edad necesitaras controlar y ocultar tus emociones y vulnerabilidades.
¿Te enseñaron a ver tus expresiones emocionales como una debilidad?
Si tiendes a desvalorizar tus sentimientos, a castigarte por ser vulnerable y consideras que es mejor no expresar lo que sientes, lidiando sola con ellos. ¡Ojo! es una señal de apego evitativo que te hace reprimir tus emociones; haciendo y puede hacer que termines despreciando a las personas que son aún más vulnerables emocionalmente que tú.
¿Tienes dificultad para expresar con claridad tus emociones a otros?
Si al tener una conversación sobre tus sentimientos, prefieres mantenerla a un nivel superficial y cómodo para no tener que entrar en detalles. Es una señal real de que el apego evitativo te hace rechazar la cercanía emocional, temiendo revelar demasiada sobre ti misma y, por ende, parecer débil o vulnerable. El problema es que este mecanismo de defensa te conduce a una lucha constante contigo misma para no necesitar a los demás, afectando enormemente tus relaciones.
¿Pones límites muy extremos en tus relaciones?
Lo límites son importantes para mantener relaciones sanas, pero analiza si los que sueles poner te mantienen al margen de vínculos reales y profundos. Por ejemplo, si restringes la cantidad de tiempo que compartes con otros, no te permites compartir ciertos espacios o te niegas a incluirlos en algunas áreas de tu vida. Muy seguramente es una señal de que los límites excesivos que estás imponiendo en tus relaciones, no son buenos ni para ti ni para los demás.
¿Solo te sientes segura manteniendo relaciones superficiales o “sin compromisos”?
Si prefieres que tus relaciones (sean románticas o de amistad) se mantengan en un nivel superficial. Evitas la exposición o cualquier situación que pueda llevar la relación hacia algo más serio. Es una señal de que el apego evitativo te hace huir del compromiso y de los vínculos más profundos, por miedo a salir lastimada o de lastimar a otros.
¿Te consideras autosuficiente?
La independencia en sí no es mala. Pero si te vales por ti misma, eres extremadamente individualista y crees no necesitar la ayuda de otros para lograr lo que te propones en la vida; menospreciando a aquellas que si dependen de otros. Es una señal enorme de que cuando eras niñas te viste en la obligación de volverte independiente para poder enfrentarte al mundo y ser capaz de resolver los problemas de la vida por tu cuenta. Esto no es bueno, es profundamente desgastante.
¿Te cuesta confiar y siempre estás dudando de los demás?
Si tu respuesta es sí, muy seguramente se debe a que en tu infancia no recibiste la atención y cuidados que necesitabas, por ende, es lógico que tengas problemas de confianza. El apego evitativo hace que ahora en tu edad adulta sea tan difícil entregar tu confianza a alguien, prefiriendo distanciarte para evitar un daño a futuro.
¿Sueles criticarte mucho a ti misma y a los demás?
Esta señal se asocia más al apego evitativo desdeñoso y hace que constantemente estés buscando errores en las personas que están cerca de ti, pues tu voz crítica interior llega a tener tanto poder que acaba por minimizar cualquier aspecto positivos en otros, pero especialmente en ti misma.
No te agobies, te puedes liberar del apego evitativo
Sé que al visualizar todo este panorama puedes sentirte bastante agobiada y perdida; pero créeme, aún con lo difícil que crees que puede llegar a ser, existen formas de superar el apego y lograr construir después de esto, relaciones sanas y aportantes para tu vida.
Recuerda que no tienes que enfrentarte a esto sola, el primer paso es empezar a confiar, permitiéndome acompañarte en el proceso. Me gustaría guiarte para que a través de una conexión con tu subconsciente te liberes de cualquier creencia o trauma limitante, así estarás más liviana y verás como el apego se ira desasiendo de tu vida.
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